Hablamos de desarrollo con Martín Schulz

Uno de los motivos de nuestro encuentro con el Presidente del Parlamento Europeo es conocer las políticas migratorias, las de cooperación y las ayudas al desarrollo que Europa tiene en marcha, y los que están previstos en los ODM de la Unión. Percibimos en el presidente dos grandes preocupaciones, las que afectan al europeismo y las que se han originado en la crisis.

Una parte importante se la ayuda al desarrollo, según el presidente, se canaliza desde Europa a través de entidades civiles, organizaciones no gubernamentales y fundaciones que se están viendo afectadas por la crisis y la dificultad de financiar sus proyectos. A ello se unen las dificultades de los organismos públicos para ofrecer fondos e estas iniciativas.

Si a ello unimos que la ayuda al desarrollo que realiza la Comisión y el Parlamento han sufrido dificultades presupuestarias por los recortes del Consejo Europeo, nos podemos hacer idea de las dificultades de los programa de cooperación de febrero (la reunión en la que los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados Miembros de la Unión Europea acordaron el presupuesto de la Comisión que ahora está revisando el Parlamento Europeo).

Y, sin embargo, los ciudadanos europeos siguen mayoritariamente a favor de mantener la ayuda al desarrollo (más del 80%, de acuerdo con un sondeo del Eurobarómetro publicado el año pasado) e incluso a aumentarla.

Lógicamente, una de las preocupaciones del Parlamento se encuentra en los propios estados miembros, la recuperación económica presenta signos cada vez más evidentes, lo que hace pensar que países como España, nos explica el Presidente, que se han visto obligados a reducir la ayuda oficial al desarrollo puedan mantener sus objetivos para este año, cifrados en el caso español en el 0,7% de su PIB a proyectos de ayuda al desarrollo.

Pero el objetivo para Shulz está en cualquier lugar al que miremos. “Las necesidades de desarrollo se encuentran también dentro de la UE, donde debemos mantener el esfuerzo para fomentar el  crecimiento económico y el desarrollo específico en países europeos con necesidades de lucha contra la pobreza, por lo que son también importantes los programas regionales y sociales.

Nuestra última gran pregunta gira en torno a los Objetivos del Milenio, una de las grandes preocupaciones de la Europa Solidaria. Para Schulz, los europeos debemos ser conscientes del trabajo realizado, que ha permitido que algunos de los objetivos se hayan cumplido ya antes de la fecha límite, como por ejemplo el referente a aumentar al acceso a agua potable en los países en vías de desarrollo a más de 32 millones de personas, inscribir  a más de 11 millones de niños en el sistema de educación primaria, proveer de acceso a electricidad a casi un millón de familias, extender los programas de vacunación contra enfermedades comunes o facilitar terapia anti-retroviral a más de un millón de pacientes con SIDA.

Queda mucho por hacer, pero

Confiamos en que en los menos de mil días que quedan hasta el fin de los Objetivos de desarrollo del Milenio podamos avanzar mucho más. Este año estamos debatiendo cuál es el marco más apropiado para conseguir los mayores resultados posibles de nuestra ayuda al desarrollo.   El periodo 2014-2020 hace referencia a los presupuestos de la Unión, que se definen cada siete años. Para el próximo periodo, la participación de los Estados Miembros de la UE aún no está decidida, pero la propuesta que éstos hicieron en el Consejo de febrero es de dotar al Fondo Europeo de Desarrollo de casi 27 mil millones de euros.